lunes, 1 de septiembre de 2008

Maldito esquimal

Tengo que aceptarlo. No soporto que haya una persona a la que no le caiga bien. Si me entero de que en Alaska, en la soledad de su iglú, hay un esquimal que me desprecia, se me arruina el día. Y claro, con aspiraciones de esta clase, es fácil imaginar que mis semanas están colmadas de frustraciones. Principalmente porque con la excusa de la franqueza, existe una secta fundamentalista que nos lanza a la cara toda clase de sinceridades. ‘Va con onda’ agregan al final de cada sentencia y con eso se ponen a salvo de su merecido castigo.

Es que nuestra sociedad está desquiciada, sobrevalora la verdad, considera digno al que nos critica en forma despiadada e indigno al que se esfuerza en hacernos más tolerable la vida por medio de engaños. Yo, en cambio, si tuviera que elegir a un amigo de entre estos dos, no dudaría en acercarme al de la sonrisa falsa, más interesado en mi amistad que en sus principios.

Algunas personas han tratado de convencerme de que debo seleccionar la admiración de quiénes deseo despertar. Porque ser apreciado por una patota de individuos de pocas luces, a su parecer, carece de mérito.

- ¡Pero no! – respondo yo -. Quienes no son demasiado brillantes, nos permiten ejercitarnos. Si no logramos ser valorados por ellos, ¿cómo conseguiremos la aprobación de un inteligente, que es mucho más hábil y escurridizo?

Por culpa del blog pero también gracias a él, en los últimos tiempos he recibido elogios y críticas. Por suerte, más de los primeros que de las últimas. Pero claro, los rostros de los esquimales no me dejan dormir por las noches. Asoman sus cabezas por entre mis sábanas, sonríen con desprecio y me dicen que mis textos son muy largos, que carecen de imágenes, que no quieren leer terribles discursos. Les grité que escritores reconocidos habían hecho novelas de páginas y más páginas, pero me llamaron soberbio por haber sido tan irresponsable de compararme con ellos.

Decidido a hacerlos cambiar de parecer, intenté sintetizar. Podé cada uno de mis escritos, recorté adjetivos, mutilé ideas. Con este nuevo estilo, un Jack el destripador que se destripa a sí mismo, le escribí un mail a una amiga, quien acabó reprochándome mi telegrama.

Entonces caí en cuenta de un último inconveniente: la percepción de mis críticos no es unánime y, por lo tanto, nunca seré querido mientras sea uno solo, mientras no me transforme en múltiple. Y realmente no sé cómo se hace eso.

Tanta preocupación, tanto insomnio por culpa de mi enemigo esquimal, que se acomoda la capucha, se envuelve entre sus pieles y sonríe, porque sabe que estoy condenado a una única existencia (por mucho que me pese), y porque la victoria es suya. La mueca de sus labios y la exhibición de sus dientes, porque triunfa. Pero no puede dejar de pensar en mí.

Como yo tampoco puedo dejar de pensar en él.

41 comentarios:

PiojoPromiscuo dijo...

que post cortito, lo termine antes que el cafe.

Martín dijo...

Piojopromiscuo: Existe la posibilidad de que el comentario no sea corto, sino que tu taza de café sea muy grande.

PiojoPromiscuo dijo...

jua, falto que me llamaras pequeño saltamontes

Anónimo dijo...

tanto renegar y resulta que te inspiramos.
si, fue muy corto, va con onda.
Que descances

Anónimo dijo...

Martín, a mi me tildan de sintética y que resumo mucho las ideas (hago investigación científica); y yo pienso que a ellos les falta poder de abstracción para entender lo que escribo, entonces lo que hago es dos tipos de escritos: uno con mi estilo (aunque es verdad que antes eran deamasiado sintéticos) y otro de divulgación que lo voy diciendo en voz alta mientras lo escribo y lo pienso como un cuento para mi sobrina Malena de tres años.
Dulce Sof

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

En realidad, todo es cuestión de sentirse o no querido, valorado...
Tratá de disfrutar vos con lo que escribís, con el cómo y caete lo mejor posible a vos.
Má sí... DÉJESE FLUIR, MARTÍN.

Martín dijo...

Piojopromiscuo: Entrañable remate. Ganaste en buena ley. No quiero agregar nada más. Tu final es perfecto.

Pioja: Sí, claro, después de tantos dolores de cabeza que me traen, al menos los hago trabajar para mí. Es justo, ¿no?

Dulce Sof: No estoy hablando directamente de tus escritos de trabajo, porque no los leí, pero siempre tuve la teoría de que las mujeres piensan una oración de 20 palabras y dicen sólo 8. También continúan una conversación interrumpida hace 2 horas y pretenden que entendamos de qué están hablando. Por eso es que los hombres andamos desorientados por la casa. Buscamos el hilo de la conversación, perdido vaya uno a saber dónde.

Claudio: Sí, claro. Yo me caigo re bien. Pero también sé que soy indulgente conmigo mismo, porque me conozco de hace mucho.

Todos: En medio de toda esta confusión de si el texto es largo o corto, prendo la televisión y veo que Alessandra Rampolla afirma que el tamaño es lo de menos.
Después, aparecen otros que me dicen que es mejor ser un marginal, porque la verdadera genialidad es normalmente incomprendida. Como verán, los simpáticos esquimales se reproducen en cuanto uno se descuida.

¿Se dan cuenta de que estoy agregando información al texto original como comentario, como estrategia para que el escrito parezca más corto?

Anónimo dijo...

martín sos muy gracioso, me encantó la respuesta que le diste a dulce sof, genial.
saludos

difícil la tipa dijo...

Uhh! La aprobación, la mirada del otro... qué tema para hoy Martín! Quién sabe, con un lustro más de terapia tal vez lo resuelva.

mantita dijo...

ehh yo a veces me persigo igual, antes de dejar algun comentario me quedo pensando: mira si digo algo y se lo toman para el carajo... siempre esta la posibilidad de decir algo ironico y que lo tomen enserio. Hasta el momento vengo zafando, no tuve ningun altercado con esquimales.
A mi me gusta como escribis, me parece q el problema lo tiene el esquimal, decile q se haga amigo, que "esta todo bien loco". Si con eso no afloja dale una monedita para el tetra, nunca falla.

Martín dijo...

Piojosa: ¿Ser gracioso cuando uno quiere ser serio es un mérito o un defecto? En estos casos, lo mejor es no decir nada y poner cara de qué bueno el chiste que me mandé.

Difícil la tipa: ¿No será que del sindicato de psicólogos contrata a tipos que se dividen en zonas y nos gritan improperios para minar nuestra autoestima y obligarnos a recurrir a los profesionales de la salud mental?

Mantita: Nunca se me había ocurrido sobornar a un esquimal. Es una solución interesante. De todas formas, no sé si es buena idea ofrecerle alcohol. Imaginate qué desastre puede hacer un borracho en un iglú.

Todos: Nadie me dijo nada del cambio que hice en el título. ¿Saben lo difícil que fue dibujar el diván?
¡Lo que me faltaba! ¿Qué estoy haciendo? Ahora les estoy exigiendo aplausos por un dibujito de morondanga. Ignórenme esta última.

Anónimo dijo...

Martín: lleva años cag...se en lo q piensen "los OTROS" de uno. Pero cuando o lográs ,q bueno q está ,q libre te sentís.La mirada del otro ,el juiio de valores ,etc.,son sólo falencias propias ,inseguridades.No somos moneditas de oro para gustarle a todo el mundo ,eso es enajenante,es un trabajo esclavo ,insalubre, te destruye .Nunca terminás de ser vos ,siempre vas a estar actuando el deseo de los otros,y eso es la peor de las esclavitudes.Una batalla perdida y absurda.

Martín dijo...

Gabita la pibita: Todo lo que dijiste es muy cierto. Pero la patota de esquimales me sigue buscando.

Fede Rico dijo...

Cuesta comprender como a un tipo ingenioso y que además redacta bien, le preocupe lo que piensan los demás.
Si no les gusta, es problema de ellos, no tuyo.
Además (esta es la crítica) pensá que no todos tienen el vuelo intelectual para analizar absurdos lógicos, o catch 22, herramienta que usás a menudo.
Saludos
Federiquito.

Anónimo dijo...

Blog inscrito en el foro y bienvenido.

http://100x100blog.forospanish.com

Sil dijo...

Peeeero qué te importa lo que piensen (pensemos) un montón de zopencos, vos preocupate de hacer las cosas como te parezca bien. Mirá a Tinelli, que tiene un millón de admiradores. Y los esquimales son una raza sumamente amigable, como ven tan poca gente encontrarse con otro ser humano es una fiesta, hasta te invitan a acostarte con su mujer. Todo esto está sacado de un libro que se llama "El país de las sombras largas" y no me consta que sea 100% verdad.

Martín dijo...

Fritz y Madre hay una sola:
El tema es que si la opinión de los demás no es buen parámetro de que estamos haciendo las cosas bien, porque muchos impresentables son seguidos por multitudes y muchos genios mueren en el anónimato, ¿a qué deberíamos atenernos? Porque lo que yo pienso de mí mismo, es sumamente indulgente y subjetivo.
Ante esta situación, el mundo resuelve el problema dándole prestigio a la opinión de unos pocos (lo cual es bastante antidemocrático y puede tener los mismos defectos que la opinión de una mayoría: al fin de cuentas, ningún autorizado está exento del error).
La percepción del otro es un pésimo recurso de evaluación, pero es el único que tenemos. De lo contrario, estamos pintando en la oscuridad.

Anónimo dijo...

ups, ahora no se si seguir leyendote y decir "que buen post" por miedo a ofenderte.
que jodidos son los escritores/filosofos.
tendre que escupirte virtualmente como algunos heavy metals acostumbran hacer?

Fede Rico dijo...

El único parámetro que debería importarte es el tuyo. Todos los que escriben lo intuyen. Saben distinguir cuando escriben algo maso o algo bueno. En la profesión me doy cuenta cuando estoy inspirado y cuando no. De eso se trata, de estar conforme con uno mismo. Lo otro es perseguir fantasmas, en mi poco humilde opinión.

Martín dijo...

Despistado de kendall: Gracias por el escupitajo virtual (jamás pensé que podría agradecer semejante cosa, sin embargo, estoy agradecido).

Fritz: Gracias por el consejo. Sé que tenés razón. Pero me pregunto (en mi afán de complicarlo todo), si fuera mentalmente equilibrado, si tuviera seguridad y fe en mis instintos, ¿para qué escribiría?
Tus comentarios y los de todos me hacen pensar (en forma errática y circular). Estoy muy agradecido. En serio.

Sil dijo...

Es cierto que todos tendemos a ser sospechosamente parciales respecto de nosotros mismos, y que la opinión del otro puede estar más cerca de la realidad o como quieras llamarla. Pero "el otro" mío es el "yo" de él, y su opinión sobre mí está viciada también. Si cree que soy mejor que él, probablemente me tenga envidia y me defenestre en público. Si hago algo parecido a lo que él hace, me va a halagar como un modo indirecto de proclamar sus grandezas al mundo. En fin.
Y sí, yo creo definitivamente que estamos pintando en la oscuridad, qué querés que te diga. Lo que no quita que de vez en cuando caiga un rayito de luz sobre nuestro cuadro y descubramos que es de una belleza sobrecogedora.

Martín dijo...

Madre hay una sola: Está muy bien lo que decís. Creo que coincido con tus observaciones. Pero, me pregunto, y te pregunto: si estamos pintando en la oscuridad y somos conscientes de eso, ¿porqué actuamos como si tuviéramos una visión perfecta? Nos convertimos en críticos, nuestros presidentes son los que elige una mayoría (cuando tenemos suerte, también nos puede ir peor), medimos el rating, nos sometemos a terribles entrevistas de trabajo, desconfiamos de la chica que nunca tuvo novio, etc. Somos subjetivos teóricos y objetivos prácticos. Pensamos que la realidad es una fantasía de cada uno, pero tomamos el subte en Palermo y esperamos bajar en Bulnes, cualquier otra alternativa nos resulta inaceptable. Supongo que reconocer nuestra propia ceguera es intolerable, ¿no?

Gracias por ayudarme a resolver el mundo, desde un blog.

Fede Rico dijo...

Martín, hola!
Creo que en el barrio chino de Belgrano venden los cien gramos de autoestima a dos mangos con cincuenta.
no jodas, nadie te va a alabar porque se les canta, especialmente a través de estos modernos medios de comunicación.
Ya te dije que sos talentoso y, además, es muy probable que en la vida real nunca nos crucemos, así que mi opinión es totalmente neutra ya que nada tengo por ganar o perder.
Obvio que todo aquel que escribe se siente inseguro, pero ése es otro tema. Como profesional, cuando escribo algo, lo corrijo mil o más veces. Por suerte (o no) hay un límite temporal, sino seguiría corrigiéndome por los siglos de los siglos hasta tener el producto perfecto.

Arle dijo...

Hola Martín!

Me gustó tu manera de escribir. Lástima que las respuestas a los comentarios son tan largas, tratá de resumir jojojo

Te doy otra alternativa : jugá a la ciclotimia y escribí un día cortito y conciso y otro laaaargo y extendiiiido.

Los escritores somos una raza de incomprendidos. Creo que hasta los asesinos seriales tienen más y mejores amigos.

Un beso y seguí que está de lo más monono.

Arlequincita

Celeste dijo...

Hola Martín, tu blog con imagen nueva se ve mucho, mucho mas bonito!!
En cuanto al contenido, ya he dicho me gusta tu forma de escribir. (y punto)
Lo demás... si gusta a muchos, a pocos o no... es tan relativo.

PD: sacá ya esas letras de verificación muchacho, que rompen las pelotas.

Unknown dijo...

Fritz: Está bien, prometo cortarla con la autoflagelación. No es bueno insistir tanto, a ver si los termino convenciendo y se van a blogs de tipos con los que uno sí iría a una fiesta.
¿Sos profesional de la escritura? ¿De qué tipo?

Arlequincita: Gracias por el piropo y espero verte seguido por estos pagos.

Celeste: Es bueno tenerte de visita nuevamente. Me gusta que veas luz y entres, para eso te dejo la puerta entreabierta.
¿Se pueden sacar las letras de verificación? Voy a investigar cómo se hace y si lo consigo, te voy a dar el gusto.

Fede Rico dijo...

Martín en mi profesión me obligan a escribir. Soy abogado. Allá en Argentina, bueno, todo es escrito, y acá en USA tengo que escribir cuando apelo decisiones desfavorables. Concretamente, varias personas van a leerlo y opinar sobre él. Si pensás que en una de esas, podés terminar en "los libros", es decir, que estudien de un caso que vos litigaste, se te frunciría el ceño, no?
A mi también. Es una carga re pesada.

vicarlone dijo...

Escribis muy bien, te felicito.

saludos desde http://vidablogger.blogspot.com

Martín dijo...

Vicarlone: Gracias por el elogio.

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Cagaste, Martín.
Ya estás entre mis afectos.
Bueno, podría verse como un esquimal menos...
Y, sí, buena producción la del dibujo.

Martín dijo...

Claudio: Exacto, mi idea es convertirlos y no eliminarlos (es la inquietante idea de Orwell en 1984). Qué bueno que estés de mi lado. La macana es que somos minoría. Pero qué heroica es la lucha cuando la sabemos condenada al fracaso.
Saludos.

TucuMala dijo...

chango querido (como se dice en mi pago), a mi me pasa al reves, cuando caigo bien a mucha gente me enojo conmigo ¿que estare haciendo mal? Aun asi hay gente que se arriesga y disfruta de mi (mala) compañia

Martín dijo...

Psicóloga con problemas: Por lo visto, los dioses son sádicos. ¿Qué hacés viviendo vos en tus circunstancias y yo en las mías, cuando es evidente que yo debería estar donde se dice 'chango' y vos acá, para sentirnos ambos más a gusto?

Anónimo dijo...

"Si me entero de que en Alaska, en la soledad de su iglú, hay un esquimal que me desprecia, se me arruina el día". Genial.
Todos somos un poco la mirada del otro: seguro que seríamos otros si estuviéramos aislados.
Fue con rima y todo.

Martín dijo...

Lucía: Exacto. Por ejemplo, yo tengo un montón de virtudes que, lamentablemente, se desvanecen ni bien aparece otra persona.
Ser un genio en soledad es completamente inútil y tengo que vivir con esa carga. Incluso este blog es buenísimo, hasta que llega uno y lo lee.

Monica dijo...

Hola Martin! paso un tiempo sin leerte y te fuiste con la nave de la desesperación?
¿Viajaste a Alaska?
Y...si no te hablaron será porque no sabés el esquimal.
Rescatá la gran convocatoria que tenés en tu blog ¿Que te importa un esquimal X que ni sabés si existe?
Te mando un abrazo y ten calma...

Martín dijo...

Mónica: No sé si tanto como irme en la nave de la desesperación. La bueno de haber nacido con un esquimal en el pensamiento, es que ya me resulta natural. Cara apacible y espíritu obsesivo son mis dos armas para afrontar la vida.
Lo curioso es que los esquimales, que me odian desde su iglú, me brindaron la posibilidad de escribir el texto con más comentarios. En el fondo, no los odio tanto.

Arle dijo...

Lo bueno de internet es que hasta los esquimales te pueden ignorar en tiempo real.
Una más de las maravillas de la globalización.

Un beso

Martín dijo...

Arlequincita: Es una buena idea esa. Internet tiene un gigantesco cable subacuático que comunica los cinco continentes. Miles de personas se sumergieron en océanos fríos y calientes para lograr que el mundo esté conectado y darle así la oportunidad a un esquimal de decidir no leerme y, en su lugar, resolver un sudoku.

Celeste Sánchez Goldar dijo...

Ponga en práctica aquello de pensar que quienes no gustan de nosotros es porque nos tienen envidia.

Martín dijo...

Tt: No sé qué es más aterrador: vivir en un mundo de personas que no me valoran o rodeado de envidiosos. Lo que sí es cierto es que ninguna de las dos alternativas me permitirá pegar un ojo esta noche.